Latidos Conscientes
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Formación Integral Pro Vida: respeto de la dignidad de la persona humana, el matrimonio y la vivencia de una sexualidad sana en el amor, mediante las virtudes humanas.
Apostólico
CATÓLICO
Descripción
Latidos Conscientes es una herramienta ideal para formadores, aunque también puede tomarse como un instrumento de crecimiento personal. Al ser una iniciativa de formación para jóvenes y adultos, les permite enfrentarse firme y conscientemente a estilos de vida que dañan y laceran la dignidad humana. Ante un mundo agresivamente hipersexualizado y una “cultura de la muerte” (Benedicto XVI la llamaba ‘anti-cultura de la muerte’, porque es lo contrario a la cultura) instalada en todas las esferas sociales, donde –Latinoamérica ha sido lastimada fuertemente por esta situación–, y la persona humana es tratada como objeto de uso y abuso, es importante no sólo hacer una reflexión profunda, sino rescatar un estilo de vida que se contraponga a la cultura del descarte y de la muerte, para restaurar perseverantemente la “cultura de la vida».
Lo hacemos mediante 3 áreas principales:
- Defensa de la vida: Conocer en profundidad la persona humana y su dignidad, iniciando por conceptos profundos e importantes como la verdad, la conciencia y la libertad, y el conocimiento de las virtudes humanas, herramientas claves para la restauración de la cultura de la vida. De igual forma conocer los motivos, causas y daños de diversas leyes que atentan directamente contra la vida, desde la concepción hasta la muerte natural. Urge formar en jóvenes y adultos un criterio con argumentos sólidos que les permita defender la vida humana en todo momento.
- Matrimonio y familia: Identificar y analizar al matrimonio y a la familia como fuente primordial de bienestar social, los distintos ataques que recibe actual- mente y los riesgos a los que está expuesta por las leyes y medios de comunicación.
- Edu. de la Sexualidad en el Amor: Comprender el valor de la persona humana, su anhelo profundo de amar y ser amada y cómo vivir este anhelo, comprendiendo la realidad fisiológica y psicológica del sexo femenino y masculino, para comprendernos mejor y entablar relaciones sanas de amistad y noviazgo, que permitan a su vez la construcción de buenos matrimonios y por ende de comunidades y sociedades más sanas.
